lunes, 16 de abril de 2012

Silencio

La encontré con una sonrisa dibujada en su rostro. Una sonrisa forzada, incierta.

De haber sabido que aquél sería el último beso, jamás me hubiera apartado de su lado, dijo con voz trémula y una desesperación creciente entre sus manos; manos que buscaban, en el vacío, un consuelo, un abrazo…

Sus ojos buscaban en el aire un adiós digno, mientras sus pasos comenzaron a dibujarse sobre el suelo sin dirección alguna…

“Silencio. Sólo recibo silencio de su parte. Un silencio que duele, que me ahoga; un silencio que me invade aunque no quiera…”

Miró con tristeza inmensa las flores que descansaban sobre el florero, en el rincón de una mesa que era testigo de mejores ayeres. Su sonrisa, segundo a segundo, comenzó a marchitarse…

Y ahí me quedé, viendo cómo sus lágrimas gritaban lo que sus labios eran incapaces de expresar, segura de que su creciente pena, algún día, daría paso a nuevas experiencias…