lunes, 27 de agosto de 2012

Sólo quiero tu mirada... la orfandad por la violencia


¿Cuándo serán nuestras consciencias
lo suficientemente sensibles como para
impedir la miseria humana en lugar de vengarla?

Eleanor Roosevelt.

Aunque te niegues a verme, existo...
Aunque ensordezcas para mí tus oídos, grito, hablo, lloro y me lamento...
Aunque para mí no haya espacio en tu mesa ni en tu presupuesto ni en tu política pública, aquí estoy...
Y aún cuando pretendas juzgarme por mi pasado, por todo lo que han hecho mis manos y visto mis ojos, a pesar de ello, también soy capaz de amar...

A finales del Siglo XX comenzó a tejerse una historia, historia que se traduce en la existencia de dos grandes pandillas, enfrentadas a muerte: MS (Mara Salvatrucha) y la 18. Cuentan con, aproximadamente, 150 mil miembros activos, agrupados en miles de células (‘clicas’).

La realidad más cruda, es que las y los integrantes son las y los marginados dentro de la marginación: en el pasado de las personas que integran estas pandillas, están varios denominadores comunes: la violencia de la posguerra y de crisis económicas, así como historias de desastres naturales. Niños y niñas en orfandad que la sociedad no supo reintegrar, víctimas de una segmentación social en búsqueda de identidad, con la necesidad de crear comunidades dentro de las cuales se les considere como integrantes, como personas: seres humanos ansiosos de ser vistos, tomados en cuenta, respetados y amados.

En El Salvador, en el año 2003, se anuncia la Ley ‘Mano dura’ que, básicamente, consistía en arrestar a toda persona sospechosa de pertenecer a una pandilla: por usar tatuajes, por hablar con señas… por su mera apariencia física y forma de vestir. No está demás decir que, en las redadas, muchos ‘rockeros’ y sordomudos fueron arrestados.

La inevitable consecuencia: la violencia se traslada de las calles a las cárceles, lo que obliga a las autoridades penitenciarias a separarles según la pandilla a la que pertenezcan; y lo que, a su vez, propicia que se dote a las pandillas de una infraestructura, orden e identificación de las que antes carecían. Las cárceles se transforman en espacio propicio para reclutar a jóvenes que ‘jugaban’ a las pandillas.

Hoy por hoy, hay hombres y mujeres que, debido al estrés provocado por su pertenencia a la MS o a la 18, han buscado refugio en espacios religiosos. En realidad nunca dejan de pertenecer a la pandilla, pero la ‘clica’ respeta esa otra forma de vida dedicada a Dios… lo que, desde luego, no implica que la pandilla contraria, la policía o la sociedad misma lo respete o lo reconozca: el estigma les acompaña, segundo a segundo de sus vidas.

México no es ajeno al fenómeno de la Mara: versiones oficiales hablan de 5000 integrantes de la banda con presencia en los estados de Oaxaca, Veracruz, Baja California, Nuevo León y el Distrito Federal. (1)

Dentro de este análisis, es importante no perder de vista lo siguiente: quienes conforman la MS y la 18, son personas que no han encontrado espacios de desarrollo dentro de comunidades que les excluyen, personas que tampoco han encontrado formas de vincularse con la sociedad ni con sus familias.

Fotografía: Manuel de Jesús Hernández, Durango 2012
Aunque nos duela reconocerlo, a un importante porcentaje de las niñas y niños que van quedando en orfandad en nuestro país, como consecuencia de la violencia y narcotráfico, la misma delincuencia organizada les acoge y abraza: les dan un espacio, un lugar dentro de la sociedad: acción que genera lealtad por parte de esas personas menores de edad, que darán su vida sin cuestionarlo, en caso de ser necesario, por quienes sí les tomaron en cuenta… por quienes sí les vieron, no como estadísticas, sino como personas. Al día de hoy, esas niñas y niños son parte del problema, pero también pueden ser parte de la solución… si se lo permitimos, si asumimos nuestra corresponsabilidad en el problema.

De las muchas asignaturas pendientes que hay en nuestro país, hay una en particular que ningún candidato o candidata a la Presidencia de la República ha siquiera mencionado: ¿qué propuesta tienen para los miles de niños y niñas que, como consecuencia de la violencia, han quedado en orfandad? ¿Se han puesto a pensar que esas personas menores de edad serán, en un futuro próximo, personas que demandarán estudio, trabajo…? ¿Cuáles son las opciones de vida que se les ofrecerán? ¿Programas asistencialistas que nada resuelven? ¿Paliativos ineficaces aunque costosos? ¿Políticas públicas ajenas a la realidad?

Se requieren políticas de prevención, de atención y reinserción social, no políticas ni leyes de excepción. Ojalá que quien quede al frente del Ejecutivo Federal tenga la suficiente empatía y altura de miras como para darse cuenta de esto, y que evite que en un futuro repliquemos políticas restrictivas como las que se han vivido en otras latitudes de América Latina.

(1) De los maras a los zetas, Jorge Fernández Menéndez y Víctor Ronquillo. Editorial Debolsillo. 2010.

Publicado por primera vez en gurupolitico.com el 14 de mayo de 2012

Urgente replanteamiento de los derechos políticos de las mujeres


“El problema de la mujer
 siempre ha sido un problema de hombres”
Simone de Beauvoir
Muchos años han transcurrido desde que Olympe de Gouges exigiera en 1791, en su Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, el voto femenino y la igualdad de derechos y deberes para la mujer y el hombre, reconociéndose internacionalmente hasta 1948, después de no pocas luchas, como un derecho humano fundamental.
Sin embargo, esa igualdad reconocida jurídicamente, por sí sola, de ninguna manera fue factor determinante para la participación activa de la mujer en la política, en razón de múltiples desventajas y discriminación sistemática hacia las mujeres: en 1995 el porcentaje global de mujeres en puestos parlamentarios era tan sólo de 11%. Por ello la implementación de las cuotas de género, como una medida internacional para hacer frente a ese desequilibrio. Y aun así, en 2010 se alcanzó apenas 19%; aquí cabe destacar el ejemplo de Cuba, país que no cuenta con el sistema de cuotas como medida afirmativa para promover la participación política de las mujeres, y ocupa el tercer lugar en el mundo, por encima de Estados Unidos de América, en el lugar 78.
El progreso, a nivel parlamentario, en la participación política de la mujer en México se debe, en gran medida, a la implementación del sistema de cuotas; no obstante, no se ha considerado como un punto de partida, sino como un límite: es la cuota a cubrir. Aquí cabe resaltar que para los próximos comicios Chiapas está en falta: el porcentaje femenino alcanza apenas 28.5%.
Fotografía: Leticia del Rocío Hernández, Turín 2012
En el contexto nacional, la participación activa de la mujer en las actividades parlamentarias es insuficiente. El municipio, base de división territorial y administrativa de los estados, es un espacio reservado, casi exclusivamente, para los hombres: el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal indica que hasta el mes de octubre de 2010, de los dos mil 440 municipios existentes, sólo 130 estaban encabezados por mujeres.
Si las mujeres representamos la mitad de la población, tenemos derecho a ocupar la mitad de los espacios de decisión. ¿Por qué no tenemos un mayor número de presidentas municipales, siendo esta figura política el contacto inmediato con la ciudadanía? Ciudadanía, por cierto, mayoritariamente femenina en nuestro país. La idea que subsiste respecto a los roles de género que deben jugarse en los espacios público y privado, ¿acaso nos está limitando para tener una mayor participación política?
Para apostar a una verdadera democracia, se requiere la unión de las diferentes experiencias, de hombres y mujeres; sólo así se atenderá equitativamente a los intereses y necesidades de toda la población, con la intervención equilibrada de ambos géneros en todos los ámbitos de la sociedad: en los espacios públicos y al interior de nuestras comunidades y nuestras familias.

Publicado por primera vez en el Periódico Excélsior el 08 de mayo de 2012

Nuestra deuda con la niñez


Educad a los niños y no será necesario 
castigar a los hombres”, Pitágoras

Día destinado para actividades que promuevan el bienestar y los derechos de las niñas y los niños, es, en estricto sentido, el 30 de abril. Las escuelas se llenan de festivales, y las tiendas de ofertas. Es un verdadero festejo. 

Sin embargo, considero que es también una oportunidad para reflexionar sobre lo que ofrecemos y aún adeudamos a nuestra niñez.

En los festivales escolares, y ni qué decir de espacios televisivos, se ve a niños y niñas bailar, con la gracia propia de sus edades, distintas canciones cuyo contenido, sin duda, no nos detenemos a reflexionar. Eso sucedió con la famosa canción “Mesa que más aplauda” del grupo Clímax. ¿Juego de palabras inocente, o referencia explícita a la mafia japonesa más poderosa, conocida –entre otras actividades ilícitas, por explotar sexualmente a mujeres?: “… Za za za yakuzá yakuzá za za za yakuzá yakuzá…”.  Canción nuevamente utilizada, ahora en diferentes espacios informativos, a propósito de temas electorales, sobre todo la parte del coro que hace referencia a que la “mesa que más aplauda le mando le mando le mando a la niña…”. 

Canciones como ésta, desde mi punto de vista, no hacen sino reafirmar a la mujer como objeto, como un premio que se otorga a quien resulte ganador. 

En México se han levantado voces que rechazan algunas canciones del conocido grupo musical Los Tigres del Norte, pues alegan que sus letras son una apología del delito. ¿Qué hacer, entonces, con las canciones que denigran la dignidad humana? ¿Habrá qué censurar cientos o quizá miles de canciones? Con las facilidades que hoy por hoy nos brinda la tecnología, ésta sería una tarea, simplemente, ineficaz. 

Creo, más bien, que es urgente que los medios de comunicación asuman la gran responsabilidad que tienen frente a un micrófono, y que la sociedad civil, desde luego, asumamos también la responsabilidad que nos corresponde. 
Fotografía: Leticia del Rocío Hernández, Mayo 2012

Espacios donde se promueve la participación infantil “jugando” a representar papeles donde se exaltan los estereotipos, ¿qué beneficios aportan al desarrollo integral de la niñez? Utilizar a niños y niñas en campañas políticas, ¿es éticamente válido? 

La participación civil y de la infancia en el diseño, aplicación y evaluación de las políticas públicas es una urgente prioridad: la sociedad civil la conformamos todas y todos, incluidas las personas menores de edad, sus voces deben ser también escuchadas. Por ello, resulta de vital trascendencia nuestra activa participación, mediante análisis y reflexiones, en temas como el Reglamento de la Ley General de Prestación de Servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral infantil.

Estamos en deuda con la niñez: es nuestra obligación garantizarle el pleno ejercicio de sus derechos, que cuenten con espacios para jugar libremente, para desarrollarse física, mental y emocionalmente en forma plena; les debemos garantizar que la autodeterminación sea una realidad y no sólo un objetivo plasmado en un papel. 

Este 30 de abril, y todos los días, regalemos a nuestras niñas y niños la posibilidad real de vivir en un mundo mejor, el que merecen.

(1) En 2009, Editorial Planeta Colombiana publicó el libro: “Atrapada por la mafia yakuza: Historia de una joven víctima del tráfico de personas”, Marcela Loaiza.

Publicado por primera vez en gurupolitico.com el 01 de mayo de 2012

'Niños incómodos' hay en todo México


“La palabra progreso no tiene ningún sentido 
mientras haya niños infelices”. 

Albert Einstein

Pocas noticias se han mantenido en la boca de tantas personas durante tanto tiempo como el video “Niños incómodos”, presentado por México Nuestro Futuro. De sobra está hacer mención de la polémica desatada por este video, pareciera que ante el suceso se tienen dos únicas opciones: o se acepta y aplaude el proyecto, o se rechaza y se sataniza el “uso y manipulación” de personas menores de edad. 

Algunas voces se han levantado para señalar que el video tiene la intención de distraer nuestra atención de los temas “verdaderamente importantes” del proceso electoral, señalando que no representa la totalidad de la realidad mexicana sino sólo de un sector; de igual forma, se han realizado señalamientos de ilegalidad, al precisar que se han violentado los derechos humanos de las personas menores de edad que aparecen en el corto. 

En este punto, considero importante llamar la atención de aquellas personas que tienen hoy por hoy aspiraciones políticas, y más aún, la responsabilidad de atender los derechos de la infancia, para que detengan el alud de argumentaciones y analicen, a detalle, lo que en realidad está viviendo la infancia de nuestro país. 

México ha sido parte activa en tres grandes compromisos en materia de derechos de las niñas y los niños: la Convención sobre los derechos del Niño, la Cumbre Mundial a favor de la Infancia y la Sesión Especial de la ONU sobre Infancia. La Convención fue suscrita por nuestro país en septiembre de 1989, convenio ratificado por el Senado de la República en 1990. 

La Convención sobre los Derechos del Niños es un instrumento internacional jurídicamente vinculante que incorpora todos los derechos humanos (civiles, políticos, culturales, económicos y sociales). Define los derechos humanos básicos para todas las niñas y los niños: derecho a la supervivencia; al desarrollo pleno; a la protección contra influencias peligrosas, malos tratos y explotación; y a la plena participación en la vida familiar, cultural y social. Los cuatro principios fundamentales de la Convención son: la no discriminación; la dedicación al interés superior del niño; el derecho a la vida, la supervivencia y desarrollo; y el respeto por los puntos de vista del niño. (Fuente: http://www.unicef.org).

Sin embargo, aún cuando el Estado Mexicano se ha obligado a todo lo anterior, resulta evidente que tiene una gran deuda con la infancia mexicana. Falta grave, cuestionable y de severas consecuencias. 

Se dice que el video no representa la realidad mexicana en su totalidad, no obstante, sí representa la realidad de muchas niñas y niños a lo largo y ancho del país: hace un año, en el Informe Alternativo sobre Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos de los Niños (relativo a la participación de los niños en los conflictos armados), se reportó que en los últimos cuatro años se tenía un saldo de más de mil doscientos niños asesinados en enfrentamientos entre las bandas rivales del crimen organizado. 

Extraña, molesta e incomoda ver a niñas y niños que, bajo la supervisión de padres y madres, actúan representando escenas violentas, donde el uso de armas de juguete está presente de principio a fin; pero no extraña, ni molesta ni incomoda en la misma forma, la muerte de mil doscientos niños y niñas en circunstancias de extrema violencia…

Fotografía: Leticia del Rocío Hernández, Abril 2012
Importante destacar el contenido del artículo 17 de la Convención sobre los Derechos del Niño: “Los Estados Partes reconocen la importante función que desempeñan los medios de comunicación y velarán porque el niño tenga acceso a información y material procedentes de diversas fuentes nacionales e internacionales, en especial la información y el material que tengan por finalidad promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental”. 

Programas como ‘Pequeños Gigantes’, donde se les impone a personas menores de edad actuaciones donde se exalta el trato deshonroso a las trabajadoras del hogar y el culto al dinero, de ninguna manera ayudan a promover el bienestar social, espiritual o moral de quienes participan en ellos, como protagonistas o espectadores. Pregunto: este tipo de programas, ¿no causa molestia en nuestros funcionarios y funcionarias que están, ante el tema del video, consternados por los derechos de la infancia?

De Norte a Sur, de Este a Oeste, en nuestro país, niñas y niños, desde sus primeros años de edad, forman parte activa de las labores del hogar, que no consisten necesariamente en su aseo personal y del espacio que ocupan, sino en preparar alimentos, dar comida a los animales, sembrar, cosechar, arar el campo, recoger madera, acarrear agua… Actividades, todas, que ponen en riesgo no sólo su salud, sino su vida. Estas circunstancias de vida, presentes desde hace décadas, limitantes y excluyentes, ¿tampoco abruman?

Al margen de las intenciones reales del video “Niños incómodos”, y de las declaraciones que al respecto han realizado quienes aspiran a la Presidencia de la República, es urgente que, como sociedad, reconozcamos la responsabilidad que todas y todos tenemos en las condiciones actuales de vida de las niñas y niños de México. Usemos nuestras palabras, críticas y acciones para desarrollar y promover espacios que permitan el desarrollo y crecimiento sano (en todos los aspectos) de las personas menores de edad. Pongamos atención a sus necesidades reales, es fácil si intentamos escucharles… Un niño que es obligado a mendigar ante el desfile de carros en cualquier semáforo, la niña que vende dulces a altas horas de la noche en una esquina, también están hablando: sus acciones nos gritan esa realidad que con tanto afán y necio argumento pretendemos desconocer. 

Publicado por primera vez en gurupolitico.com el 16 de abril de 2012