lunes, 27 de agosto de 2012

'Niños incómodos' hay en todo México


“La palabra progreso no tiene ningún sentido 
mientras haya niños infelices”. 

Albert Einstein

Pocas noticias se han mantenido en la boca de tantas personas durante tanto tiempo como el video “Niños incómodos”, presentado por México Nuestro Futuro. De sobra está hacer mención de la polémica desatada por este video, pareciera que ante el suceso se tienen dos únicas opciones: o se acepta y aplaude el proyecto, o se rechaza y se sataniza el “uso y manipulación” de personas menores de edad. 

Algunas voces se han levantado para señalar que el video tiene la intención de distraer nuestra atención de los temas “verdaderamente importantes” del proceso electoral, señalando que no representa la totalidad de la realidad mexicana sino sólo de un sector; de igual forma, se han realizado señalamientos de ilegalidad, al precisar que se han violentado los derechos humanos de las personas menores de edad que aparecen en el corto. 

En este punto, considero importante llamar la atención de aquellas personas que tienen hoy por hoy aspiraciones políticas, y más aún, la responsabilidad de atender los derechos de la infancia, para que detengan el alud de argumentaciones y analicen, a detalle, lo que en realidad está viviendo la infancia de nuestro país. 

México ha sido parte activa en tres grandes compromisos en materia de derechos de las niñas y los niños: la Convención sobre los derechos del Niño, la Cumbre Mundial a favor de la Infancia y la Sesión Especial de la ONU sobre Infancia. La Convención fue suscrita por nuestro país en septiembre de 1989, convenio ratificado por el Senado de la República en 1990. 

La Convención sobre los Derechos del Niños es un instrumento internacional jurídicamente vinculante que incorpora todos los derechos humanos (civiles, políticos, culturales, económicos y sociales). Define los derechos humanos básicos para todas las niñas y los niños: derecho a la supervivencia; al desarrollo pleno; a la protección contra influencias peligrosas, malos tratos y explotación; y a la plena participación en la vida familiar, cultural y social. Los cuatro principios fundamentales de la Convención son: la no discriminación; la dedicación al interés superior del niño; el derecho a la vida, la supervivencia y desarrollo; y el respeto por los puntos de vista del niño. (Fuente: http://www.unicef.org).

Sin embargo, aún cuando el Estado Mexicano se ha obligado a todo lo anterior, resulta evidente que tiene una gran deuda con la infancia mexicana. Falta grave, cuestionable y de severas consecuencias. 

Se dice que el video no representa la realidad mexicana en su totalidad, no obstante, sí representa la realidad de muchas niñas y niños a lo largo y ancho del país: hace un año, en el Informe Alternativo sobre Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos de los Niños (relativo a la participación de los niños en los conflictos armados), se reportó que en los últimos cuatro años se tenía un saldo de más de mil doscientos niños asesinados en enfrentamientos entre las bandas rivales del crimen organizado. 

Extraña, molesta e incomoda ver a niñas y niños que, bajo la supervisión de padres y madres, actúan representando escenas violentas, donde el uso de armas de juguete está presente de principio a fin; pero no extraña, ni molesta ni incomoda en la misma forma, la muerte de mil doscientos niños y niñas en circunstancias de extrema violencia…

Fotografía: Leticia del Rocío Hernández, Abril 2012
Importante destacar el contenido del artículo 17 de la Convención sobre los Derechos del Niño: “Los Estados Partes reconocen la importante función que desempeñan los medios de comunicación y velarán porque el niño tenga acceso a información y material procedentes de diversas fuentes nacionales e internacionales, en especial la información y el material que tengan por finalidad promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental”. 

Programas como ‘Pequeños Gigantes’, donde se les impone a personas menores de edad actuaciones donde se exalta el trato deshonroso a las trabajadoras del hogar y el culto al dinero, de ninguna manera ayudan a promover el bienestar social, espiritual o moral de quienes participan en ellos, como protagonistas o espectadores. Pregunto: este tipo de programas, ¿no causa molestia en nuestros funcionarios y funcionarias que están, ante el tema del video, consternados por los derechos de la infancia?

De Norte a Sur, de Este a Oeste, en nuestro país, niñas y niños, desde sus primeros años de edad, forman parte activa de las labores del hogar, que no consisten necesariamente en su aseo personal y del espacio que ocupan, sino en preparar alimentos, dar comida a los animales, sembrar, cosechar, arar el campo, recoger madera, acarrear agua… Actividades, todas, que ponen en riesgo no sólo su salud, sino su vida. Estas circunstancias de vida, presentes desde hace décadas, limitantes y excluyentes, ¿tampoco abruman?

Al margen de las intenciones reales del video “Niños incómodos”, y de las declaraciones que al respecto han realizado quienes aspiran a la Presidencia de la República, es urgente que, como sociedad, reconozcamos la responsabilidad que todas y todos tenemos en las condiciones actuales de vida de las niñas y niños de México. Usemos nuestras palabras, críticas y acciones para desarrollar y promover espacios que permitan el desarrollo y crecimiento sano (en todos los aspectos) de las personas menores de edad. Pongamos atención a sus necesidades reales, es fácil si intentamos escucharles… Un niño que es obligado a mendigar ante el desfile de carros en cualquier semáforo, la niña que vende dulces a altas horas de la noche en una esquina, también están hablando: sus acciones nos gritan esa realidad que con tanto afán y necio argumento pretendemos desconocer. 

Publicado por primera vez en gurupolitico.com el 16 de abril de 2012

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