lunes, 27 de agosto de 2012

Nuestra deuda con la niñez


Educad a los niños y no será necesario 
castigar a los hombres”, Pitágoras

Día destinado para actividades que promuevan el bienestar y los derechos de las niñas y los niños, es, en estricto sentido, el 30 de abril. Las escuelas se llenan de festivales, y las tiendas de ofertas. Es un verdadero festejo. 

Sin embargo, considero que es también una oportunidad para reflexionar sobre lo que ofrecemos y aún adeudamos a nuestra niñez.

En los festivales escolares, y ni qué decir de espacios televisivos, se ve a niños y niñas bailar, con la gracia propia de sus edades, distintas canciones cuyo contenido, sin duda, no nos detenemos a reflexionar. Eso sucedió con la famosa canción “Mesa que más aplauda” del grupo Clímax. ¿Juego de palabras inocente, o referencia explícita a la mafia japonesa más poderosa, conocida –entre otras actividades ilícitas, por explotar sexualmente a mujeres?: “… Za za za yakuzá yakuzá za za za yakuzá yakuzá…”.  Canción nuevamente utilizada, ahora en diferentes espacios informativos, a propósito de temas electorales, sobre todo la parte del coro que hace referencia a que la “mesa que más aplauda le mando le mando le mando a la niña…”. 

Canciones como ésta, desde mi punto de vista, no hacen sino reafirmar a la mujer como objeto, como un premio que se otorga a quien resulte ganador. 

En México se han levantado voces que rechazan algunas canciones del conocido grupo musical Los Tigres del Norte, pues alegan que sus letras son una apología del delito. ¿Qué hacer, entonces, con las canciones que denigran la dignidad humana? ¿Habrá qué censurar cientos o quizá miles de canciones? Con las facilidades que hoy por hoy nos brinda la tecnología, ésta sería una tarea, simplemente, ineficaz. 

Creo, más bien, que es urgente que los medios de comunicación asuman la gran responsabilidad que tienen frente a un micrófono, y que la sociedad civil, desde luego, asumamos también la responsabilidad que nos corresponde. 
Fotografía: Leticia del Rocío Hernández, Mayo 2012

Espacios donde se promueve la participación infantil “jugando” a representar papeles donde se exaltan los estereotipos, ¿qué beneficios aportan al desarrollo integral de la niñez? Utilizar a niños y niñas en campañas políticas, ¿es éticamente válido? 

La participación civil y de la infancia en el diseño, aplicación y evaluación de las políticas públicas es una urgente prioridad: la sociedad civil la conformamos todas y todos, incluidas las personas menores de edad, sus voces deben ser también escuchadas. Por ello, resulta de vital trascendencia nuestra activa participación, mediante análisis y reflexiones, en temas como el Reglamento de la Ley General de Prestación de Servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral infantil.

Estamos en deuda con la niñez: es nuestra obligación garantizarle el pleno ejercicio de sus derechos, que cuenten con espacios para jugar libremente, para desarrollarse física, mental y emocionalmente en forma plena; les debemos garantizar que la autodeterminación sea una realidad y no sólo un objetivo plasmado en un papel. 

Este 30 de abril, y todos los días, regalemos a nuestras niñas y niños la posibilidad real de vivir en un mundo mejor, el que merecen.

(1) En 2009, Editorial Planeta Colombiana publicó el libro: “Atrapada por la mafia yakuza: Historia de una joven víctima del tráfico de personas”, Marcela Loaiza.

Publicado por primera vez en gurupolitico.com el 01 de mayo de 2012

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